domingo, 19 de julio de 2015

CARRETERA AL INFIERNO


Esta semana, y siempre que he entrado en cualquier biodiversidad laboral, no he evitado la semejanza de especies o tipos de persona, con las que tengo que convivir… como ya digo muchos me recuerdan a anteriores etapas y en este nuevo mundo, aunque ya conocido para mi, encontré algún homologo en carácter o personalidad… El protagonista de hoy, cualquiera de las dos respuestas me parecería lógica y ninguna le eximiría de la forma que se ha comportado en una semana que coincidí con él, pues me ha recordado tanto a un “ser” con el que la vida de sus semejantes era imposible convivir. Ya sea por esa dolencia llamada “déficit de afectividad” con trastorno bipolar, o simplemente “necesidad deformada”, lo que le hacía ver a los que con él han trabajado, como competencia y no como compañeros… No quiero aventurarme en cuál de las dos ha sido pero me han recordado mucho, muchas experiencias del pasado. Ya la primera semana, Josevi, (el oficial que me está poniéndome al día de la maquina y estimulando mi potencial guardado como el oficial de artes graficas que fuí) me hablo de esta persona, como petulante, listillo e insoportable… Quería hacer ver que el sabia más de la maquina que el propio Josevi… y quería mostrar a su vez que entre lloriscadas conversaciones que él, necesitaba el trabajo más que nadie… al preguntarle cuanto tiempo llevaba este señor en el puesto, “lo mismo que tú, entro el lunes pero de tarde” y mi primera reacción fue de , “que echao p´lante, que es”… Esta semana, me ha tocado con el, y eso de que yo entrara de peón pero con perspectiva de aprendizaje rápido para cubrir puesto en la empresa, le debió sentar como un pene de hierro candente en su ano… El caso es que pasaron de miradas de desprecio, a volverse insoportable cada vez que me explicaban algo, el tener su presencia, delante de la mia, apartándome y escondiéndome de toda explicación dirigida a mi… quería el enterarse de las instrucciones pero con el freno, contradecirlas y ponerlas en duda siempre, con lo cual irritaba en demasía a mi oficial, y a mi que me mordía la lengua… En diez minutos, quiso, con su mente privilegiada de desmontar mi curriculum en artes graficas pero con unas pautas de desprecio y prisa que le hacían ser vulnerable a toda contradicción que le diera cualquiera… ya pasado un rato, le enganche y le dije de buenas, que eso no era una competencia, que el primer día el jefe de producción me dijo cuales eran los planes para mi, y que era mejor meter a gente con nociones como él, que a aprendices incómodos y sin experiencia… que tuviera paciencia y que me avala 16 años de experiencia en el sector, y que no entendía ¿por qué coño oía lo que quería oír, y no la explicación concreta? Su obsesión le llevo al dia siguiente que le pusieron en otra máquina a venirse cada paro de la misma, a la que estábamos nosotros para seguir con su placaje a mi persona, ya extendida a mi otro compañero y mi oficial… quería ser más que los tres que ocupábamos la producción… esta obsesión le llevó a perder la oportunidad de comenzar a aprender la nueva máquina que le pusieron y que avispadamente aprovecho un tercero en esa ubicación. El caso es que me volvió a a preguntar, que si yo era oficial como él, limitándose a enumerarme todas las empresas que militó y con el añadido que el jefe de producción que le comenté el dia anterior, mágicamente a el también le hablo de tú a tú … En un absurdo afán de equipararse con mi situación … volví a tomar aire y le volví a decir, aunque algo más autoritario, que si oia lo que quería oir, que si, que era oficial de primera pero que no tenía que darle explicaciones a el, que se limitara a aprender la maquina que le ubicaron, y que si tenia experiencia en impresión, le pondrían en breve en una maquina de imprimir… Se volvió a frustrar por la respuesta tan suave pero contundente…Recordandole que en estos cinco últimos años todos lo hemos pasado mal, como para actuar a su manera y cuál sería su sorpresa que en ese momento se acerco otro compañero a decirle que la semana siguiente le ubicaban en una maquina de impresión… su cara se puso verde y una mirada de odio atravesó al compañero. Ya el jueves, mientras yo cambiaba la máquina de modelo sin el oficial, se acerco a ayudar-molestar a la vez, y cuando vinieron a supervisar mi trabajo, en una errata mía, le esputó a Josevi, “eso ya lo sabía yo”… Se volvió mi oficial y con toda naturalidad le dijo…” Si lo sabías, ¿por qué no se lo has dicho?, o es que vienes aquí a resaltar los fallos de los demás y apuntarte puntitos para ser mejor” ... Blanco se quedo y entre risas le dije a mi mentor, que se había ganado un café… ese dia nos dijeron ubicación para la semana siguiente a todos los de ETT, a el no le dijeron nada. Ya el viernes estaba como perdido en la nave, se temía lo peor, pero no sé por qué extraña sensación, creo que culpará de todos sus males a los demás que allí trabajábamos, los que nos intentamos ganar el puesto de trabajo día a día con nuestras manos y nuestro oficio… los que tachara de pelotas, enchufados y demás adjetivos. Claro esta omitiendo que de cuatro oficiales que le pusieron, todos terminaron cansados de su actitud contradictoria, y contraproducente, que por mucho que sepa, cada “maestrillo tiene su librillo” y que no los puedes poner en duda la primera semana de aprendizaje con ellos, omitirá, que le gustaba de escaquearse y coger la actitud cuando un jefe veía cerca y omitirá que si los cambios de actitud de altibajos emocionales son determinantes para que una empresa te contrate…omitirá que los caminos los construyes tu y tuyas son las consecuencias y sus destinos... si algo tienen buenas esa actitud impersonal de las ETT es que hacen criba de gente como esta, que ven a sus compañeros como competencia y hablan mal de unos a espaldas de los otros y viceversa en vez de ver compañeros y personas con las que convivir. En cierto modo me da pena, aunque me han dicho que suelen tener una segunda oportunidad… pero espero tenerlo lejos y sigo en esa empresa, que por cierto creo que nos hemos gustado mutuamente y puede haber una buena relación duradera.