lunes, 19 de octubre de 2015

APRENDE A VOLAR (Que la vida es sueño si se sabe amar)


“Solo con la fuerza y la ilusión de la juventud, se alcanzan grandes cosas”, así es en ocasiones, así debe de ser siempre, dejar que se estrellen con la realidad, así como nosotros nos estrellamos y nos rompemos la crisma con la nuestra… pero eso no quita que se deje la soberbia juvenil a un lado y se escuche la experiencia de los que ya hemos caído varias veces y que con los fallos cometidos ya tenemos sabidas varias lecciones. No quiero parecer petulante, ni listillo, ni dar lecciones de moral, ni de vida a hijos o jóvenes impresionables por defecto… nada más lejos, aunque como le digo al mío,” sé de donde viene, aunque no sepa donde esta”, porque el escalón generacional, aun grande del suyo al mío, no es tan distinto pues hay cosas que no cambian, a la par que yo también me sigo moviendo por ciertos ambientes que asustarían a más de un padre… Pero sin mezclarme con las basuras, debe de saber que el mundo tiene demasiados colores y no todos sin bonitos. Pero dejemos a parte la faceta de “Papá” cebolleta. En los últimos meses, me he encontrado con varios ejemplos más, que se empeoran con la actitud de permisibilidad que le damos a las personas, por ser cercanas… Como decirles sin ser dictatorial, a algunas jóvenes promesas que la calma y la mesura, hace dar pasos más estables que con prisa y locura sin control… hay que darle el punto de desquiciamiento justo, para no perder frescura y diversión de lo que haces, pero es difícil ver como se acercan a un abismo y que crean que lo pueden salvar, más la pequeña incidencia que puede que me arrastren a mí al comprometerme con ellos. En anteriores experiencias, en cuanto a música se refiere, he tenido similares vivencias… me han sustituido, antes de echarme, me han dado excusas y creado una bronca por cambiarse de local, me han quitado liderazgo por falta de metas me he involucrado con músicos que te dicen que si a todo y a la hora de la verdad han dicho lo contrario (como cuando pactas con compañeros para hablar con un jefe y al final solo hablas tu) y varias más que he visto venir y que callo, pues en ciertos mundillos por desgracia , no hay amistad, hay amiguismo del que cuando no les sirves a alguien te clavan el puñal, que como el real, empieza a doler cuando ya has perdido sangre y estas frio y mareado. Por ello es mejor a veces abandonar el barco… También en estos últimos trabajos, he encontrado a petulantes compañeros que creen saberlo todo y lo que es peor, creerse imprescindibles en su puesto, aún recuerdo el tontaina que creía ser “starter” de golf profesional, cuando llevaba trece días haciendo labores como tal, pero sin serlo más no era no del sector que creía ya ejercer …. O el idiota que se creía más de la empresa que vigilaba, que de la empresa que le tenía contratado… es decir, creía que era fijo en el servicio, sin saber que, de un año a otro, cambian las empresas de servicio por abaratar costes o tu empresa te puede mandar a otro servicio para castigarte… estos tendrán su entrada bloggera en su día… La semana pasada, en este último trabajo, entro otro joven con casi la treintena de años, que dice ser “oficial”, al cual ya enfadado y después de cometer algunos fallos de principiante, le tuve que decir “te quieres callar ya, que no me dejas ni terminar una puta frase… todas las acabas tu o me dices que ya lo sabes” … se quedó “planchado”, pero joer, no había quien le diera una explicación. No acepto (ni se quiera) el consejo de empezar desde abajo pues, si es oficial, avanzaría más que otros, pero tendría que aprender a trabajar desde abajo… Como digo un sinfín de energía sin explotar, pero en ebullición en todos los casos contados, que, por desgracia o ególatras acciones, pueden levas a hacerse daño o hacer daño a sus circundantes… que en todos los casos me importa lo justo, pero solo en el caso de mi Angellito me duele y me preocupa. Somos así de jóvenes, y también di disgustos a quien me ama, pero supongo que “ley de vida”, mirar a otro lado a quien crees anacrónico a tus pensares