martes, 30 de agosto de 2022

PLANTA 14

¿Y crees que la vida te ha golpeado duro?... "púes, sujetame el cubata." Dijo la vida.
Apenas un mes después de perder a mi hermano,  tras una terrible enfermedad. Me tuve que enfrentar a una de los peores días, que he tenido que sufrir como trabajador y por ende, en esta etapa, como representante de los trabajadores y compañeros de mi empresa.
No quiero comentar nada, ni sobre qué pudo pasar o lo que pasó,  las habladurías y conjeturas no caben en un acontecimiento como éste y empeoran la verdad.
Ni sobre culpas concretas, pues cada persona que cerca estuvo, tendrá su luto, su conciencia y su verdad en la cabeza y esto es la más atroz de las justicias y tormentos.
Ni el sufrimiento de familia, amigos o compañeros directos de la fatal realidad, púes se que muchos han sufrido y sufren con profundidad.
Y como está entrada , solo la publicaré aquí, en este blog, podría hacer algún reproche de que mucho hablaron y ahora son, o los que son sin haber meriditado su puesto, o el rencotoso, con su veneno ,  esos son otra historia.
Hoy quiero recordar, que en estos días se cumple un año, que a Sergio lo atrapó una máquina, con 18 años se apago su vida y a la vez, la de su padre javi.
Muchacho sin ambición y por ello, sin maldad, sin afán de dañar, bien mandado, trabajador y muy querido en la zona que coincidimos ( un año en plegadoras), lo puedo asegurar, que cuando parecía que la vida le cambió a mejor, la vida se lo arrebató y que siempre estará en mis pensamientos.
Jamás pensé que en ninguno de los oficios que he ejercido, que en los trabajos que he militado, me sentiría como en la canción de Víctor Manuel,  "la planta 14". Jamás pensé, que tendría que estar hombro con hombro, haciendo piña, con todo el organigrama de mi empresa,  mientras pasaban horas interminables, hasta sacar un cuerpo inerte, que conocía y apreciaba, cuando estaba tan lleno de vida.
Jamás imagine tener que dar o consolar malas noticias y he tenido que dar demasiadas éste año y en el caso comentado con la elevación al cubo de tener que estar en medio de todo...
Jamás pensé que tuviera que pasar tanto y aún siga en pie, más con muchas cicatrices y traumas que tengo que superar, no quiero ser mártir" de nada, pero  a veces se hecha en falta algo de empatia por parte de quién debería tenerla por proximidad.
Como digo, la conciencia propia es un verdugo  implacable.