miércoles, 29 de septiembre de 2021

Navalcarnero, visita y relampagos

Visitas, las que se suponen que pasaras un gran dia y aunque así es por la compañía, por la charla y por en cariño que llevas, no es así, por cuanto en sitio donde vas, como te tratan en sitios que se definen turísticos y con buen hacer... nadie dice que sea el trato más personal, (que se agradeceria), basta con no tratarte como un delincuente o tener algo de amabilidad , intentando dejar a un lado que vas a tener clientes si o si, pues con esa ventaja juegan.
Hace pocas fechas, fuimos a Nanalcarnero, pueblecito con encanto, en lo que se refiere al centro de este... todo él, respetando la misma estética visual, arropando lo verdaderamente importante visualmente, la iglesia y la plaza, también nos llamó la atención ( por ello fuimos) el presumible buen "yantar" que allí se dá.
Comienzo a relatar la grata experiencia que agriaron sobre todo la gente de hostelería que nos tocó, voy a omitir nombres de establecimientos , pues ya tienen su reseña en sitio que corresponde.
Como ya digo, el centro del pueblo es bonito pero se vio en menos de 20 minutos, tampoco me impresionó. En las afueras de la iglesia dos niños bien arreglados rompiendo plantas , no coincidían con la presumible educación que les han debido dar, ( seguramente visitantes forasteros).
Pero bueno poco más en el paseo en sí.
El primer sitio que nos plantamos fue un bar en la plaza, que ya recién sentados una camarera de mediana edad o joven ya quemada y vivida, nos miró como si la molestaramos, enseguida vino, le pedimos dos cervezas y hasta ahí bién... nos la trajo con la carta y una mierda de patatas de bolsa rancias y desintegradas en trozos de tamaño medio, fijándome en que al rededor y sobre todo a gente autóctona en sus platos de correspondiente tapa, tenían ali olí, o sándwiches varios y recientes, ojeando la carta advertí los precios, prohibitivos, de escándalo.
No pasaron más de 4 minutos, ( en los que ni dejó de mirar con mala cara la camarera citada) cuando se acerco a expetarnos, "vais a pedir, que me ha ofrecido verte que querías algo" ... " no, gracias y cobrate que te quedes tranquila" respondiendo yo con dulzura que me caracteriza. 
Me sentí como un delincuente, violentamente tratado cuando mi único fin, era consumir y así lo hubiera echo y aumentado la cuenta,si no es por el trato. Le deje 2 céntimos de propina, que por experiencia, se que les sienta peor, que si no les dejas nada.
Proseguimos viendo, haciendo uso del estanco de tabaco y una panadería,  que recordaba a una rural, compramos y bien , magdalenas buenas y un pan gallego que tuvimos que tirar al día siguiente.
Nos decidimos a comer y fuimos buscando un sitio que nos recomendaron, estando ambos cerrados... tomamos en otro bar, esta vez si hubo buen trato y lo único que pedimos vinos de la tierra, distrayendonos a darnos un Rioja,  que no era Rioja, pero bueno, tampoco fue caro el vino que nos sirvieron.
Al fin entramos en un restaurante en la plaza, con vistas  en primera planta a ella, con encanto visual para comer allí.
Nos recibió una señora súper amable, que desapareció  después de acomodarnos, atendiendinos el que parecia tener más control de la situación.
Nos dictó la carta advirtiendo que no había individuales, ni patas, ni paletillas de cordero, lo que me hizo volver a preguntar se podría en excepción, pero no, aunque me hace gracia, que si las dan sin el costillar, cobras un poco más y no pasaría nada, no hablamos de coste en ningún momento.
Las carnes estaban exquisitas, pura mantequilla, riquísimas el chulutón y el solomillo... mi queja fue los primeros platos, me vendieron una lata de tomate crudo condimentada como si fuera "salmorejo", tenía hambre y sed y me la comí, pero sabía a eso, luego vi que en el menú diario tenían " sopa de tomate" y eso fue lo que me dieron pero fría.
La ensalada de pimientos, bien aliñada, pero los pimientos del "mercadona" , no eran hechos allí, como merecería la calidad-precio.
El vino, cogimos una botella de vino de Navalcarnero, solo tenían dos calidades de esa marca, del montón el reserva, tirando a malo y nos extraño no tuvieran más carta de vinos de allí. 
Salimos con sensación agridulce por la comida, y un trato impersonal por demasiado apresurado para finalizar el servicio rápido.
Por último nos tomamos un cubatilla, en la terraza de un hotel, muy tranquilos y fresquitos, sin salir de la zona central... y dimos por finalizada la visita al pueblo.
Conclusión:
Si no te gusta tu trabajo, no te dediques a él.
Si prejuzgas de primeras, debes tener tu alma llena de mierda, me recuerda a los odiadores.
Si quieres dejar bien tu casa, tenla limpia y da calidad, lo mismo la gente vuelve.
Si es que un buen viaje al final te lo da con quien vas, lo demás puede gustar o no pero es relativo, como el tiempo.

domingo, 26 de septiembre de 2021

DIAS COMO HERIDAS

En días como hoy, me aterra llamar a familia.
Porque en días como hoy, estaríamos juntos con mil risas.
En días como hoy, no entiendo la justicia.
Porque en días como hoy, no es justa tu ausencia.
En días como hoy, se me escapa una sonrisa efímera,  de las lágrimas que me saltan tu recuerdo y vida
Porque en días como hoy, nos saltaban lágrimas de risa,,  de carcajada de tonteos, de payasadas y alegrias.
En días como hoy  me cuesta mirar al cielo.
Porque en días como hoy, en cada rincón te veo.
En días como hoy, cada vez me hunde y pesa tu recuerdo.
Porque en días como hoy,  no puedo verte ni en sueños, aunque en un sueño sea lo más que aspiro, poder abrazarte de nuevo.
En días como hoy, los que deseo comenzar de nuevo, con fortaleza y buenos hechos.
Porque en días como hoy, nunca los viviré de nuevo, pero tengo mi experiencia y sobre todo tus consejos 
"I Will be back" hermanico, por ello siempre te recuerdo.
Aunque para mi, nunca te has ido, en días como hoy, las fotos no llenan mi hueco, el que cuando me dijiste en tu cama que tu lucha se hizo ejemplo.