Son solo el modo de vivir, lo que se pierde por momentos.
Sueño tantas veces que estás aquí, en ocasiones alegres, en ocasiones tortuosas.
Que me alegra haber sentido y llorado contigo... tanto, como me asusta cuando me has regañado o cuando he sentido tu sufrir gélido y sobresaltado.
Hermano mío, te sueño tanto, que aún estoy esperando ser valiente para enfrentarme a tu legado.
Son solo sueños... tan dulces y tan necios, tan terribles como anhelos.
Son solo el modo de vivir, lo que se pierde por momentos.
Sueños tantas veces que gastas esa edad, tan sincero y tan niño, tan cariñoso conmigo.
Lo celebro y no me explico, por que añoro esos mimos, de cuando eras inocente de cuan adyacente con el hijo que exijo.
Hijo mío, se que un día sabrás, lo fuerte que hemos sido, que un día te harás tan robusto como un renacido, tan responsable como debemos.
Son solo sueños... tan dulces y tan necios, tan terribles como anhelos.
Son solo el modo de vivir, lo que se pierde por momentos.
Tantas veces que no os veo, que esos sueños son remiendos, son terribles si despierto, con temor al día, que llegará, que os llame y no obtengan veredicto vuestro.
Ya os tuve preocupados, ya de mi, preocupación sois el centro.
Como padres sois geniales, más no tan grandes como abuelos.
Son solo sueños... tan dulces y tan necios, tan terribles como anhelos.
Son solo el modo de vivir, lo que se pierde por momentos.
Los sueños son a vivir, sucedáneos de lo cierto.... Los sueños son sentir, a quién se echa más de menos.
Más solo son sueños... tan dulces y tan necios, tan terribles como anhelos.
Son solo el modo de vivir, lo que se pierde por momentos cronometrados en el tiempo.
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