“Se puede decir y dirán” muchas cosas sobre este señor a punto de fallecer.
Se puede estar más o menos de acuerdo con las leyendas y verdades de la transición.
Se puede sentir amor u odio sobre la persona y sus ideales.
Se puede gritar que era un “facha” o un traidor por ordenar y dirigir como lo hizo.
Se puede machacar como le machacaron por tomar decisiones muy comprometidas.
Pero solo quiero resaltar una cosa de él, Presidente del gobierno en una época muy difícil.
Cundo el país pedía un cambio, cuando el país sufría una crisis económica devastadora, cuando el país necesitaba reaccionar para seguir a delante… Pronuncio y ejerció de líder y gran estadista, pues sentía este país, que es España , un país de todos los españoles , diciendo y ejerciendo estas palabras.
“He llegado al convencimiento de que hoy, y en las actuales circunstancias, mi marcha es más beneficiosa para España que mi permanencia en la Presidencia.”
Y es que eso es tener ideales, como presumen algunos, y es que eso es ser un patriota, como se enardecen otros que presumen más de bandera.
Comprendió que si lo que diriges va mal o si estás haciendo mal las cosas lo mejor es dejar que otro las haga mejor.
No robo, ni especulo, ni malversó, ni enchufó a nadie… simplemente amaba mas el país que su sillón
Ni Felipe Gonzales en su etapa de GAL y financiaciones ilegales
Ni José María Aznar en su etapa de líder mundial tocado por Diós y soberbia.
Ni Zapatero con su inepto y cobarde buenroyismo negando lo evidente.
Ni Mariano Rajoy intentando vender el país a sus amigos y familiares casualmente banqueros, constructores y empresarios.
Han tenido la valentía, el coraje y la vergüenza de Dimitir e irse con dignidad.
Y de ellos, ni ministros , ni alcaldes, ni concejales ni presidentes de autonomía… nadie hace lo que Adolfo Suarez Rodríguez hizo en su día por el bien de todos.
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