sábado, 11 de diciembre de 2021

Cuarenta y siete, seguimos mirando al frente

Un año, uno más que parece cualquiera de los que he vivido, pero tan distinto, tan doloroso,  tan crucial para la vida de tanta gente que tengo al lado.Que mi pesar, mi pasar y mi penar es insignificante si se compara a los que amo y tengo a mi lado.
Un año que empezó  mal con muchas restricciones, con pandemias y deshumanizaciones, que nos hacían más humanos de los que se hacen llamar " más humanos".
Con decisiones dolorosas, con vivencias escabrosas, con pérdidas irremplazables.
Sin mesura, ni meditaciones... sin medias tintas, ni tiempo de pensar en verdaderas acciones.
Este año como todos he reafirmado:
Que por mucho que te duela lo material, la salud es la supremacía real en una vida.
Que si tienes que estar para poder abarcar, tienes que dosificar la mesura de tus preferencias y eso lo consigues con quien tienes apoyándote.
Que antes de ser ideologicamente de un extremo, tienes que ser persona.
Que la vida es una mierda, que te quita más que te da y que duele más ver a tus queridos sufrir, que una patada en los huevos con unas espuelas de montar.
Que como todos los años he aprendido en ocasiones con dolor:
A sacar buenas sensaciones de las malas situaciones.
Que es demasiado duro perder a alguien que para ti era un dios real.
Que es demasiado duro ver a tus padres quedar noqueados por lo duro que es la realidad.
Que no alcanzan tus manos,  ni tus "hechos" a poder aliviar el  dolor y la cercenación que ha sufrido mis sobrinos y mi hermanica, por la ausencia de mi héroe,  de su pilar familiar.
Que no se si sabré reponerme de este golpe, que esperaba y que creía estar acorazado, pero no, nunca se está preparado para que se vaya tu hermano... un pedazo de tu vida encarnado.
Que se lo que significa para todos pero no se como sobrellevar y acompañar que todos sigáis caminando ... ya nos lo dijo, "hay que seguir levantadose".
Y en estas, dar gracias y seguir sin glaquear.
Que tener una mujer ejemplar de amor y de trabajo, es quien más te llena a diario... te quiero lola.
Que tener un hijo, que le falta por cuajar, pero que me llena de besos a reemplazos y a sus abuelos a diario.
Que tener unos padres muy grandes, que este trauma, a ellos me ha acercado y sobre todo demandan de mi mil abrazos.
Que tengo una tita y unos primos que siempre están, aunque ellos perdieron mucho más con la partida de mi tito Santiago.
Tener un puesto en una en una gran empresa, pero sobre todo, eres querido y respetado por tus compañeros más cercanos.
Que sigues teniendo aún ya viejo, amor por tu bajo, el instrumento que te ha dejado sacar sentimiento a tus bloqueos mal gestionados.
Pido perdón por mis malas acciones, mis momentos de mal fario, de mis subidones de vena inchada o de mis odios a lo que creo extraño.
Cuarenta y siete cumplo ya, cuarenta y siete sin mi hermano.
"Buenas noches y buena suerte a quién la merezca " ... no soy de esos agraciados.





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Tu mismo