sábado, 23 de julio de 2022

Un año

Parece mentira, hace un año que no te oigo, pero te veo en cada segundo que cierro lo ojos, que me tengo que conformar, con los últimos audios del WhatsApp que intercambiamos y dime un dios que me duele escucharlos, púes sabia de tu sufrir y de tu lucha, de tu valentía y tu fuerza, por intentar vences con obstinación y cojones a ese toro que te embistió... el que lejos al final te llevó.
Tantas cosas que me decías y tantas que te quedaron por decirme, callando réplicas púes, ya sea para decirme que me querías o para regañar mis formas y modos de hablar, siempre eran bienvenidas, pues nunca lo hacías a mal, eternamente para corregir la bocaza que tengo.
Echarte de menos es poco, porque eras mucho en nuestras vidas, cuando recibí la llamada que esperaba, pero no quería, la que teníamos presente pero nunca estuvimos preparados... la de tu última decisión, la que toman los valientes cuando ya no hay salida.
Un año, que tanto hemos pasado y que me ha echo duro de partida pero el final se está notando,  que no soy como creía, en lo que se refiere a tu no presencia  me siento cobarde, indefenso e indeciso en cosas que antes podía.
Te quiero hermanico, y siendo real, prefiero tu partida, al infierno que viviste al final de tus días, el enemigo era duro e invencible desde el primer dia, era un juego duro, que jugaste con energía, con huevos y con cabeza y por ello, engrandece la admiración que te tenía, que ya era grande, inmenso me parecías, más después de tu lucha en un dios real te convertiste en más ejemplo y más espejo de mi mísera vida.
No sé   por qué no fui yo el que pagará con su vida, más boletos tenía yo , o el que más lo merecía, no entiendo porque marcha buena gente de esta vida... y se quedan los peores, que no aportan cono tu lo hacías.
Un año sin ti  un año que en cierto modo, la vida de quién te conocimos está vacía.

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