Sin recurrir a las rimas inexactas que fluyen por inercia, infantiles y dejadas.
Decir que la mar es inmensa, que los colores despiertan o las flores agradan.
Podía inventar mil palabras, tan vacías y rebuscadas pero nunca podría explicar lo que has demostrado en cada acción regalada.
Lo que has traído , lo que has desterrado, lo que has mostrado en cada cara, cada mueca , cada chispa que se enciende, en las vistas de tu mirada.
Lo que renuncias, por no ofenderme, lo que callas o lo que regañas no es mínimamente amable y comparable a todo lo que pasó por mis entrañas.
Nadie te chiva lo que me gusta ,nadie me dice lo que tú amas, solo vivir momentos juntos y nos basta con una mirada, y nos duele si nos ofendemos y enseguida trato de que seas agradada.
Eso mismo haces tú cuando la misantropía me agarra y endemonia la razón y me suelta con malas palabras el sentir de mi corazón cuando la gente me lo aplasta, enseguida sales tú a apaciguar mi mala cara , acurrucarte en mi pecho y olvidarme de las gentes malas.
Mil palabras de expresión no podrán nunca explicar lo que ha cambiado mi mundo desde que tú empezaste a estar.
Nadie quitará mérito de lo que has podido robar, de un alma que no era de nadie y ahora se está empezando a entregar.
Alma resentida, maltratada hasta no impidió que se aprovecharán,pero ahora está custodiada por dolores ,ya es mi amada
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